jueves, 31 de mayo de 2007

LARRAINZAR & CASERO

"... les conocí una noche de enero, junto al fuego,
y sin saberlo lo supe, que eran uno siendo dos,
como el nudo marinero que ata a los cabos ajenos
y resiste a la tormenta, la lluvia [...] el trueno.
La voz de ella corretea entre los labios de él.
La mirada de él aletea junto al cuello de ella.
Sus risas se contagian, sus dedos se tropiezan.
Inevitable como la marea, el goce de amarse.
Irresistible como el silbo de su nombre en la boca del otro.


... mirad como esa dulzura resbala entre sus cuerpos,
como susurra el deseo de SER uno, la fuerza de ser dos
como se contonea el amor, desdeñoso de la suerte,
pues no hay más fortuna que hallar en el otro el propio reflejo.


Una vez los vi… amarse tan en silencio,
Que gritaban sus almas ¡te quiero!

... y sus voces callaban por dentro.
Mañana se jura un futuro, se pacta un deseo
se hace verbo el amor [...] lo sella un beso"

1 comentario:

Diego Robert Sellanes dijo...

Amándose tan en silencio... es una invitación imposible de descartar para una velada de solitarios.