Me miras en el espejo, suspiro, juego, parpadeo,
y aunque no lo creas, puedo sortear este juego
y creerme de mentiras que me quiero,
aún sabiendo que no ves lo que yo veo,
que lo cierto es que apenas me tolero.
Odio de sentires que se agrupan
de miradas que se encuentran
de quereres que se asustan
y de frases que comienzan
se retuercen y se trenzan,
para quedar como okupas.
Verdades sin bondades, se reducen al acecho.
Mentiras deslealtades te palpitan en el pecho.
Qué te detiene aún…
Qué esperas…
No es más honda mi tristeza, que dulce tu primavera.
No me quieras más.
No me quieras...
miércoles, 23 de mayo de 2007
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario