viernes, 4 de abril de 2008

MICRORELATO

“Tengo manías. Nada sencillo como levantarse con el pie derecho o cuidarme de no pisar las juntas de las baldosas. Son manías “tope de gama”. Una chuchería.
Cada mañana, religiosamente, suicido alguno de mis sueños. O sueños ajenos, tanto da. Suelo hurtarlos, otra manía. Los suicido en el lago del Parque del Retiro. También colecciono palabras a gritos. Las tengo cuidadosamente etiquetadas en tarros de cristal con tapón de colores. Amarillo, rosa, violeta y ese tono que ni es verde ni es azul. También subrayo minúsculas y recorto mayúsculas. Así me aficioné a los titulares. Los colecciono. Las mayúsculas me parecen tan eróticas… Quizá por eso terminé aquí, en mitad del todo blanco. Con los brazos contra los costados y ocho lazos inmaculados a la espalda. Por las mayúsculas. Por recortarlas. Pero eso, antes, nunca había sido malo. Deberían avisarlo con carteles, igual que advierten de no pisar el césped o exigen precaución con los detergentes con lejía. Pueden ser muy puntillosos cuando quieren. Yo tengo decenas de cajas en casa. Cientos. Todas con mis mayúsculas en orden alfabético. Todas ordenadas cronológicamente, por tamaños y texturas. Todas únicas y expresamente escogidas. Y nadie nunca dijo nada al respecto. Manías, decían. Si señor, manías. No hacen daño a nadie. Las letras son de todos. Yo solo recorto las que me gustan. Con tijeras de cocina sin punta para no lastimarme. La última el sábado en el parque. Una X. La llevaba una joven vestida de amarillo. Brillaba grande y azul en su cuello.”

miércoles, 19 de septiembre de 2007

"... calles"

"... la misma calle son mil calles.

La esquina del primer beso,
la cita perdida, la transcurrida, la falta de expectativas,
la risa, el llanto, la prisa, el desencanto.
La misma calle es el bar de los amigos,
el cruce de avenidas, las idas y venidas,
los recuerdos infantiles, los encuentros “amoriles”,
la pelea callejera y el cigarro a duras penas…
La caricia sostenida un viernes a mediodía.
El encuentro apasionado de la noche de verano.
Un asfalto ya sin nombre… que nos asombre.

… la misma calle son mil calles.
la descalza, la sin prisa, la que corre imprecisa,
la desnuda, la vacía, la que resbala sumisa,
la indigente, la honrada, la valiente, la obstinada,
la urgente, la agitada, la insolente, la asfaltada…

… la misma calle son mil calles
La que viene y la que va.
La que te vio marchar ayer y hoy retornar.
La que exilia mi pena y me ve emigrar
La que vigila mis pasos tenues… y te hace dudar.
La que marca los destinos y luego se va.

La misma calle es dormir... y despertar."

lunes, 17 de septiembre de 2007

NO LO RECUERDO

"... me perdí en el atropello.
Acaso lo hice queriendo, tal vez.
No lo se. No lo recuerdo.
Me perdí, eso es todo.
Apenas me hallé hace un rato
inmóvil, callada, en la orilla de la acera
buscando entre la gente a quien me oyera
gritar sin aliento, voz embustera.
Veo el cuerpo tendido, descalabrado,
una mano hacia el norte, un pie descalzo.
No reconozco mi huella, ni ese cabello
esparcido en la calle como un destello.
Un montón de nada, algo familiar,
un pellejo ingrávido en el bulevar.

… me perdí en el atropello, nada recuerdo.
Ni quiero recordar. De eso me acuerdo.”

domingo, 16 de septiembre de 2007

MADUR-A

"Hay un boceto de ti en la almohada
bostezos de sal y calor a los pies de la cama,
un rugido de mar en la acera,
bajo el balcón sombras de arena,
bermellón en los labios, grietas de seda
Que ya rozas la treintena, dices tú.
Digo yo, la cuarentena.


Garabateas de azul, canas de niebla,
con pinceles de alga gris, cola sirena,
juegas a no crecer, niegas el tiempo
y las horas te tatúan en la piel surcos de fieltro.
La luz de ayer, hoy se atenúa,
la penumbra de hoy, mañana duda,
y en lo oscuro de mañana, sin tu reflejo,
las edades de la vida son tu cortejo.


Así que alienta el aire, rompe el espejo
ignora la x en la ecuación, mata el complejo.
Que para ser mujer no hay aparejos
y el vino más delicioso, es el añejo..."

miércoles, 1 de agosto de 2007

SE (Frente al espejo)

“No se si sabes que lo sé
y si lo sabes prefiero no saberlo,
porque sabiendo que tienes la respuesta
sé que tengo la pregunta contrapuesta.
… y prefiero no saber, como los ciegos,
que no ven, pero huelen los colores,
porque a veces ser un yermo cortafuegos
te protege del incendio y sus ardores.

Prefiero el silencio de tus ojos,
ahogados en el fondo de los míos
y callarte las verdades con sonrojos
y el pudor envolverse en desvarío.
Prefiero no tenerte, amor,
prefiero perderte
… a perderme yo en tu señorío.”

VUELVE

“… se te cansó la sonrisa, de poner cara de foto,
de esconderte en la rutina para evitar alborotos.
Se encendieron las candelas,
te hirvió la sangre en las venas,
quieres salir de esta farsa de jugar a ser perfecta,
… que te queda grande, niña, el vestido de muñeca.

Deja de buscar coronas, no te gustan las princesas.
Deja de mirar afuera… la verdad, no te interesa.
Deja de hacer el idiota, deja de buscar excusas,
que hay almas que solo habitan, en los brazos sus musas.

Vuelve a ser tú… vida mía.
Vuelve a ser poesía.”

miércoles, 25 de julio de 2007

BESO DE AGUA


“… no quiero caminar despacio,
ni masticar la comida,
aminorar el paso
o dialogar dormida.
Quiero abrazar la almohada,
esconder el reloj ,
suicidar al tedio en mi cama.
Quiero vender a precio de saldo mis grandes momentos
para vaciar los armarios de recuerdos
y llenarlos de tu conmigo y en mi, el acento.
Barajar con los pies,
suspirar con los dedos,
engatusar al gato,
soliviantar al miedo.
No quiero fingir invierno en primavera,
ni borrar los apellidos de mi nombre.
No quiero deshacer tus besos de acuarela
… usando el beso de agua de otro hombre.”