“… soy huésped de mi.
Casera indiferente, inquilina opresiva,
vecina inconsecuente, amiga distraída.
Poseo una cama sin sabanas y cojines de franela,
una ducha sin desagüe y un perchero del que cuelga
no siempre al derecho , ya le confieso,
mi viejo arco y las flechas, apuntando al techo.
… soy huésped de mi.
Como de noche y de día me pierdo,
me busco en el alba y al atardecer me encuentro.
Tengo un montón de libros en la almohada,
bajo el colchón una suciedad inmaculada,
ando descalza, a veces hago el pino,
y me aburre jugar al corre corre que te pillo
aunque pellizque el culo a este estúpido estribillo…
Soy huésped de mi… no tengo espejo
sólo al fondo de mi vaso, veo mi reflejo,
y no me veo mucho, porque no me bebo”
viernes, 20 de julio de 2007
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1 comentario:
¿No crees que el juego de palabras pierde un poco a este poema?
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